La primavera la sangre altera, por no decir que la concentra todo en un mismo sitio, y con tal falta de sangre en el cerebro, nos creamos esa estúpida creencia de que siendo más románticos y llenando todas las redes sociales de pasteladas conseguiremos que alguien se fije en nosotros, y si, yo también he puesto alguna, pero eran otros tiempos. Pero no solo de pasteladas viven las parejas, o mejor dicho el intento de serlo, sino que también buscamos un cuerpo escultural, y oye que como planteamiento no es mala idea, pero, ¿Creéis que solo con eso se puede formar una pareja?

 Veréis, todos queremos la pareja perfecta, chica/o guapo/a, que sea dulce, cariñoso/a, detallista y nos recuerde lo maravillosos que somos y lo importante que somos para esa persona. No digo que este mal, pero creo que eso realmente es un estereotipo bien vendido por películas, series y algún que otro libro de vampiros y hombres lobo. Realmente lo perfecto no es que tu pareja sea todo lo que ya dije antes, sino, que sea tu cómplice. Que sea esa persona, que sin necesidad de mediar palabra sepa que esta pasando por nuestra cabeza, que con un simple gesto entienda perfectamente lo que intentas decirle, pero en esta sociedad en la que vivimos, esto es casi más utópico que ver a Mario Casas con camiseta. La gente, que consigue ser nuestro cómplice lo delegamos a lo que hoy día se llama “Friendzone” porque no suelen cumplir los estereotipos que nos han metido por los ojos, cuando posiblemente sean estas personas dándole la oportunidad adecuada pueda hacer que lo que alguna vez vimos en una película sea algo más factible.

 No me mal interpretéis, no estoy diciendo que todos los que están en la “Friendzone” deban tener esa oportunidad, por supuesto que debe existir una cierta atracción, solo intento decir que, no solo busquéis un cuerpo o una cara bonita, sino que busquéis alguien que realmente os entienda, os comprenda, que llegue un punto que habléis solo con una mirada. Lo que yo denomino cómplice.

 Y aquellos que os encontráis en la “Friendzone” , echarle huevos u ovarios al asunto y demostrar que podéis ser lo que esa persona busca, que podéis ser ese cómplice que busca, y por dios, dejad de ser unos pagafantas, eso si que no os llevara a ningún lado.

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